viernes, 24 de febrero de 2012

El Río Omaña de carnaval

Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree." -
-Paulo Coelho-


Ya nos llegaron las fotos del carnaval de Riello. Este año el tema elegido ha seguido el hilo del programa anual "El Agua en el Mundo Rural" por lo que nos decidimos por el Río Omaña, órgano vertebrador de toda la comarca y la vida que le rodea para que los niños aprendan todo lo que puedan sobre sus alrededores. Lo titulamos "El Río Omaña, Fuente de vida" y aquí van algunas fotos cortesía de Antonio Liébana que este año ha sido el fotógrafo oficial:
























jueves, 23 de febrero de 2012

Los secretos de Cotolito

‎"Un buen cuento alcanza a ser comprendido por todos. Se lo puede contar una y otra vez. Porque renace cada vez que se lo vuelve a contar o que se lo relee, tanto en voz alta como para uno mismo. 
-Jostein Gaarder-

Nuestros amigos del Musac nos mandan la siguiente información para que nos animemos a ir:




 “Los secretos de Cotolito”

Biblioteca – Centro de Documentación MUSAC
Domingo 26 febrero de 2012, de 13 a 14 h.



Intérprete: Maísa Marbán Sánchez
Fecha y hora: Domingo 26 febrero, de 13 a 14 h.
Lugar: Biblioteca – Centro de Documentación MUSAC
Entrada: Libre y gratuita hasta completar aforo
Duración aproximada: 50 minutos

jueves, 16 de febrero de 2012

El barco de Luna

‎"Siempre he creído, y sigo creyendo, que la imaginación y la fantasía son muy importantes, puesto que forman parte indisoluble de la realidad de nuestra vida."
-Ana María Matute-

Los alumnos de primaria se han apuntado a un concurso que se llama " Los profes cuentan, los niños dibujan", el concurso tiene como finalidad  fomentar actividades relacionadas con la lectura promoviendo el reciclaje de envases de plástico, latas y briks, así como envases de papel y cartón, y colaborando a su vez con los niños sin hogar.

El cuento que ha escrito Leticia, la profesora, habla del vertedero de la Chureca y para situar un poco a los chicos, antes vieron un video del que estuvieron hablando posteriormente. Jesús, padre de una alumna, les dió una charla   sobre el reciclaje, la importancia de hacerlo y sus consecuencias y luego leyeron el cuento. 
La semana del 5 de marzo sabremos algo. El jurado elige los 10 mejores cuentos y de esos 10 se elegirá el mejor. La votación del mejor es un voto popular que se hace a través de la web, sólo hay un voto por id. de ordenador. La dirección para poder votar es la siguiente:
 http://www.amarilloverdeyazul.com/los-profes-cuentan/bases.php


  Y el cuento es el siguiente:

El barco de Luna



Erase una vez, un día cualquiera en la vida de Luna. Luna era una niña que vivía y se divertía en La Esperanza, un pequeño barrio de la ciudad de Managua, en Nicaragua.

Papá había elegido su nombre porque decía que las cosas importantes siempre le habían sucedido en noches de luna llena. Se enamoró de mamá en una verbena con luna llena, sus hermanitos y ella habían nacido en una noche de luna llena, y perdió su trabajo en un día que ni siquiera se asomaba la luna.

Luna acudía cada día al trabajo con su papá, al de ahora. Antes su papá trabajaba en un mercado de la ciudad. Papá lloró cuando perdió su trabajo, cosas de mayores. Luna no entendía por qué, pero sí sabía que a partir de ese momento podría acompañar a su papá a su nuevo empleo y vivir juntos muchas aventuras. A papá no le parecía tan buena idea y por algún motivo se entristecía cada vez que el sol anunciaba un nuevo día.

Todos sus vecinos y los hijos de sus vecinos trabajaban en el basurero de la Chureca. El trabajo era bien sencillo, había que buscar cosas hechas de plástico o de cartón o de cualquier cosa que pudiera reciclarse para después venderlas. Claro está que, su papá podría tener otro trabajo que le gustase más si las personas se tomaran la molestia de separar la basura en sus casas. El problema era el siguiente, la gente mezclaba las cáscaras de huevo, con las cajas de cereales y los envoltorios de los caramelos y  con un montón de cosas más. Todas estas cosas las traía un enorme camión de basura y como si fuera un dragón escupiendo fuego, lo descargaba formando una gran montaña.

Así que, en realidad papá era un héroe porque si él no ayudase a reciclar, la Chureca se haría cada vez más y más grande, y el mundo entero sería un enorme basurero. Y es verdad que si no fuera allí donde va a parar la basura de la gente, el barrio donde vivía Luna sería más bonito; pero si fuera así, entonces quizá no estaríamos contando su historia.

Y sería mucho mejor, pensaba Luna,  que las cosas que echamos a la basura se tiraran en contenedores diferentes; ¡cada uno de un color! Uno amarillo brillante para el plástico, otro azul como los ojos de su mamá para el papel y el cartón, y otro verde como su camiseta para el cristal. Todo bien separadito y repartido, así se les daría un nuevo uso y mejor para todos. Porque como dijo una maestra que un día tuvo, si reciclamos, ni contaminamos ni malgastamos.

Luna soñaba con esto y también con lo otro, y con lo de más allá.
Luna era una gran soñadora, soñaba de día y soñaba dormida. Soñaba con paisajes, con olores y con sabores, y todos eran diferentes a los de su barrio.

Esa mañana en la Chureca, encontró un tesoro. Como cada día, armada de su saco y su varita mágica, Luna escalaba la montaña de fuego, la llamaba así porque al ascender notaba un calor que quemaba en sus piececitos. Había que ser muy valiente para adentrarse en la Chureca y escalar la montaña de fuego o atravesar el pantano resbaladizo o la llanura negra. Al llegar a cada cima o al entrar en cada pantano, Luna siempre tenía una recompensa, un pequeño tesoro.

Reluciente en la cima de la montaña de fuego esperaba un barco. ¡Nada más y nada menos que un barquito de plástico que en su día fue una botella! Luna descubrió el que a partir de aquel momento se convertiría en su preferido.

Todas las cosas que encontrabas en la Chureca habían sido antes otra cosa. Cuando las encontrabas habían cambiado y las que su papá vendía, volvían a cambiar, o a reciclarse como él decía. Su papá se ponía contento cuando encontraba plásticos, así que Luna recogía tantos como podía y los guardaba en su saco mágico. Y sólo se quedaba los que más le gustaban. Pero lo de aquella mañana, era un tesoro de verdad. ¡Un barco! De regreso a casa decidió montar en el barco a su papá y a sus hermanitos, que como navegaban por primera vez iban un poco mareados.

Al llegar a casa y como cada noche, mamá les tenía preparada su rica sopa. Mamá era experta en prepararla, con un pedacito, con un trocito bien chiquitito de cualquier cosa, hacía unas sopas riquísimas. Con el estomago lleno y con mucho sueño, Luna se fue a dormir. Esa noche soñó con barcos, con islas y tesoros, soñó que en la sopa de mamá flotaban trozos de alimentos exóticos, soñó con viajar a otros países, soñó con probar sus dulces. Soñó y soñó y de nuevo la mañana llegó.

El nuevo día estuvo como todos repleto de aventuras, pero esta vez tenía un nuevo compañero. De vuelta a casa seguía montando a sus hermanitos en su barco que seguían sin acostumbrarse al baile dulce de las olas y llegaban a casita un poco mareados.

A papá también le gustaba encontrar tesoros, había encontrado un montón y con todos ellos había construido su casa. Con pedacitos de cristales había fabricado las ventanas. Las paredes de su casa eran muy divertidas, había trozos hechos con cartones y metales, y en vez de ladrillos se usaban botellas de plástico de mil colores. A Luna le gustaba mucho su hogar. Pero a veces…a veces soñaba con encontrar en mitad del océano una isla, soñaba con conquistarla y ser su reina. Su isla tendría un montón de diferentes frutas y sus habitantes vestirían con ropas de mil colores y hablarían bien alto, porque eso es lo que hace la gente cuando está contenta. Sería una buena reina, muy querida y admirada, sus súbditos la mirarían al pasar y la tirarían flores y besos.

El sol de nuevo salía en el barrio La Esperanza y la pequeña Luna se disponía a afrontar su nuevo día. Pero aquella mañana papá no quería ir a trabajar. Su hermanito pequeño  seguía mareado por el viaje en barco del día anterior y había que encontrar una poción mágica para quitarle el mareo. Bueno eso creía Luna, pero en realidad su hermanito estaba malito por culpa de la contaminación de la Chureca, pero eso lo supo cuando fue más mayor.

La medicina tenían que buscarla en la ciudad y Managua se encontraba a nada más y nada menos que a 5 kilómetros de casa. Luna acompañaría a su papá y juntos vivirían esa nueva aventura. Papá y Mamá hablaban de cómo podrían traerla, cuando Luna les interrumpió y les ofreció su barco como solución. Como era un barco mágico podía convertirse por unas horas, de nuevo en botella.

Su hermanito estaba tan mareado que no podía montar en su barco, así que papá y ella fueron solos rumbo a la ciudad. Luna nunca había salido de su barrio y es quizá por eso por lo que sus ojos no se acostumbraban al nuevo paisaje.

El sol anunciaba el medio día cuando ¡no os vais a creer lo que pasó! Su barco se desorientó y llegó a una isla, a su isla. Si sí, a la isla del sueño, la isla de los mil colores. Los dos bajaron del barco y se adentraron en ella, abriéndose paso entre personas que vestían trajes preciosos, gente que gritaba y hablaba alto y como en su sueño, aquella gente la miraban al pasar. Aquellas personas tenían mesas llenas de frutas de mil colores. A Luna le llegaba el olor dulce de aquellos frutos, le llegaba el rumor de sus gentes, sus risas y sus voces, y no podía dejar de sonreír. De pronto, una de aquellas personas se le acerco y le ofreció un fruto, igual que en su sueño. Papá le contó nuestra aventura y Luna le enseñó su barco, bueno ahora su botella, que les había ayudado a llegar tan lejos de casa.
La mujer que se les había acercado les llevó a una casa grande y bonita, donde había un montón de gente que no sólo vestía con trajes de mil colores sino que también ellos eran de mil colores. Como en su sueño había sopas con alimentos exóticos que ella nunca había probado, había dulces y sobre todo, había litros y litros de aquella medicina.

La mujer les contó que ella era cooperante ¡y yo navegante, exclamó Luna! Aquella mujer en vez de un barco, tenía un coche mágico que fue en busca de sus hermanos y su mamá. Ahora Luna era la reina de aquella isla y como en su sueño a partir de ahora aquel sería su hogar. 

miércoles, 15 de febrero de 2012

Carbonero común

"Nunca sabrás lo lejos que puedes llegar, hasta que no despliegues tus alas"
-Mario Alonso Puig-


Este es un pequeño y vivaracho habitante omañés que a pesar de lo riguroso de nuestro clima prefiere quedarse con nosotros todo el año. Se trata del Carbonero común, también conocido en nuestra comarca como Mosquerín. Se le puede ver ahora en invierno con otros paridos formando bandos mixtos sobre todo en bosques, riberas de los rçios y zonas arboladas en general.


Carbonero común. Jesús Fernández. 
Foto e información enviadas desde Cornombre por Lucía, Vicky y Jesús para incluirla dentro del programa "El Agua en el Mundo Rural" donde se pretende conocer todos los ríos y mananatiales que nos abastecen así como la flora y la fauna que los habitan.

martes, 14 de febrero de 2012

Trasvase de Murias de Ponjos

Elige sólo una maestra: la naturaleza. Rembrandt 

Paula, Trini y Roberto nos han enviado una impactante foto del trasvase de Murias de Ponjos que recoge el agua del río Valdesamario para contribuir al llenado del embalse de Villameca. Esperemos que el estado actual del río no dure mucho tiempo y el agua pase a estado líquido en unos días. Muchas gracias por la foto y seguid enviándonos noticias que se agradecen mucho.

Trasvase de Murias de Ponjos

miércoles, 8 de febrero de 2012

SUEÑOS CUMPLIDOS

 De todo quedan tres cosas:
La certeza de que estamos siempre comenzando…
La certeza de que necesitamos continuar…
La certeza de que seremos interrumpidos antes de terminar…
Por ello debemos:
Hacer de la interrupción un camino nuevo…

De la caída, un paso de danza…
Del miedo, una escalera…
Del sueño un puente…
De la búsqueda, un encuentro…
-Fernando Pessoa-


Y es por ello que por fin...

http://www.diariodeleon.es/noticias/provincia/riello-inaugura-su-nuevo-colegio-con-triple-de-alumnos-que-hace-10-anos_666333.html



Enhorabuena a toda la comunidad educativa de Riello y gracias a todos los que han puesto su ilusión y su trabajo para que este sueño se cumpla. Ahora comienza un nuevo futuro lleno de proyectos que entre todos vamos a intentar llevar a cabo. 

GRACIAS




jueves, 2 de febrero de 2012

Podas y libros para el día de mañana

"Trabajar en equipo hace que los sueños se realicen"

Os adelanto un nuevo capítulo de las obras del CRA sacado en la Crónica de León de hoy. Parece que últimamente somos noticia pero nos va a quitar la primicia el frío siberiano que nos espera para estos días. A ver si a pesar del temporal conseguimos trasladarnos al colegio nuevo el lunes.

miércoles, 1 de febrero de 2012

El empeño por repoblar Omaña

"Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo" . Eduardo Galeano



Hoy han sido algunos padres del CRA los que han ocupado una página del Diario de León. A continuación está el enlace para acceder a la noticia.